LA TEMPORADA DE RECOGIDA DE LA TRUFA NEGRA

Habitualmente la recogida de la trufa negra se hace por los meses de Noviembre y se llega a finalizar en Marzo. Para poderlas obtener, siempre hay que haber unas condiciones optimas tanto el clima como el terreno y son unos cuantos meses para poder recolectar la trufa.

En España la Tuber Melanosporum los momentos claves son  hacia la mitad del mes de  enero y mediados de marzo. Muchos gente espera con ganas trufa tan cotizada y de calidad impresionante.

Su búsqueda es todo un ritual que se realiza en la compañía de perros truferos con un olfato avispado capaz de identificar el lugar exacto en el que se encuentra cada ejemplar de trufa negra. Estos perros pueden ser de diferentes razas como pointer o braco y se adiestran durante una larga temporada para que afinen su olfato.

El terreno y el clima son los responsables de que la trufa negra solo se de en ciertas zonas de España. También la especie de árbol en la que micorrizan es importante, siendo en el más del 90% de los casos las encinas (Quercus ilex ssp. ballota).

El proceso de recolección se lleva a cabo en las plantaciones cerca de los troncos de los árboles productores. Los perros van oliendo el terreno hasta que detectan la ubicación de la trufa negra. Es entonces cuando entra en juego el recolector que con ayuda de unos machetes punzates cavará con cuidado la tierra encontrando el apreciado hongo. Es importante volver a cubrir con la misma tierra el pozo cavado y dejar parte de la producción de la trufa para garantizar su reproducción.

Cuando están ya extraídas se clasifican, limpian y se disponen para comercializar convirtiéndose en uno de los productos más exclusivos del mercado gastronómico.

El aroma y el exquisito sabor de la trufa negra le dan un valor añadido a cada plato en el que se emplea. Aromatizar aceite, trufar huevos o condimentar diferentes comidas consigue dar como resultado final experiencias gourmet increíbles.

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