El entorno privilegiado cerca del Parque Natural del Montsant, fusiona el cultivo de la trufa con la naturaleza, por esto otro de nuestros principales compromisos es el máximo respeto con el entorno, la sostenibilidad y la biodiversidad.
Un terreno abrupto, de roca caliza, suelo arcilloso y rico en materia orgánica. Con una climatología extrema de pluviometría que oscila entre los 150-300 mm anuales y humedades ambientales bajas. Las terrazas construidas durante años con muros de piedra dibujan un paisaje característico en la zona.
Todas estas condiciones nos proporcionan el espacio idóneo para su cultivo. Este “terroir” característico de la zona, da a nuestras trufas un aroma, gusto y textura diferenciales que hace que disfrutarlas sea toda una experiencia.